Tras la pesada digestión de la derrota ante el Villarreal, reivindicación de Matías Almeyda incluida, el Sevilla visita Vallecas en busca de esa mejor versión que viene ofreciendo lejos del Ramón Sánchez-Pizjuán. Dos triunfos seguidos ante el Girona y el Alavés le … hicieron cuadrar los números a este equipo que sigue sin ganar como local y que ahora buscará ese tercero que le haga mantener las cuentas. Una versión foránea donde reluce el sello que Almeyda le ha impuesto a su equipo, con la intensidad y la presión en campo rival por bandera.
Defendió el entrenador argentino tanto esa alineación con ocho cambios que planteó ante el Villarreal como los posteriores movimientos durante el partido, pero para salir en Vallecas se espera un once más parecido al que salió vencedor como visitante y con cambios en todas las líneas en busca de esa versión más fiable y competitiva. Si Odysseas, Azpilicueta, Castrín y Suazo apuntan a seguir en la alineación inicial de Almeyda, otras siete novedades sí parecen seguras.
Marcao, ante las bajas de Nianzou y Kike Salas, recuperaría un sitio en el centro de la defensa, al igual que Carmona volvería al carril diestro para que descansara Juanlu. En la medular, Almeyda recuperará el músculo con Mendy y Agoumé, los dos jugadores más fiables y que cumplen esa función de atosigar al rival. Vargas como mediapunta e Isaac como delantero también volverán al once del entrenador argentino, que sólo mantiene la duda de si colocar a Sow, lo que daría mayor consistencia a la medular, o a Alexis Sánchez, un perfil más ofensivo que podría aprovechar las dimensiones de Vallecas para sacar todos sus recursos en el ataque.
Lo que sí pretende el técnico es que su Sevilla sea más parecido al de Mendizorroza que al que salió a escena ante el Villarreal. Mejorar los registros defensivos se antoja esencial para seguir compitiendo a alto nivel como visitante y eso pasa por mantener la agresividad que se ha exhibido a la hora de frenar a los rivales. Luego estará esa magia ofensiva que depende de Vargas, y de Alexis si finalmente lo acompaña en la vanguardia, y el olfato goleador de Isaac, hoy por hoy más afinado que el de Akor Adams.
Ese estilo pujante del Sevilla chocará con el de un Rayo al que también le gusta meter revoluciones a su fútbol, sobre todo en Vallecas. Aún no ha ganado como local en LaLiga en esta temporada el equipo de Íñigo Pérez, aunque sí empató ante Barcelona y Celta, dos de los equipos que disputan competiciones europeas, con lo que ante el Sevilla saldrá en busca de esa victoria que brindar a los suyos. Tampoco juega a favor de los vallecanos los precedentes de los últimos años, donde el equipo sevillista ha sabido competir en ese peculiar feudo hasta acumular casi 13 años sin conocer la derrota.
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Rayo Vallecano
Batalla; Ratiu, Lejeune, Vertrouwd, Espino; Óscar Valentín, Pedro Díaz; Álvaro García, Isi, De Frutos; Camello. -
Sevilla FC
Vlachodimos; Carmona, Azpilicueta, Castrín, Marcao, Suazo; Mendy, Agoumé; Vargas, Alexis, Isaac. -
Árbitro
Jesús Gil Manzano (C. Extremeño). -
Estadio
Vallecas (14:00, Movistar LaLiga)
Como en el Sevilla, también se prevé que Íñigo Pérez refresque su once tras la jornada intersemanal y en vísperas de ese estreno en la fase de grupos de la Conference League. Jugadores como Pedro Díaz, De Frutos o Camello apuntan de nuevo a salir desde el inicio junto a otros como Álvaro García, ese hincha del Sevilla que luce los colores del conjunto rayista y que se ha convirtió el miércoles en el máximo goleador de la historia del Rayo en Primera División.
Un duelo de alto voltaje sobre el césped como le gusta a sus respectivos entrenadores. «Metiditos atrás casi os vais a Segunda», indicó Almeyda en la previa para justificar ese fútbol de ida y vuelta que viene planteando para el Sevilla. Una declaración de intenciones justo antes de visitar Vallecas, un escenario que ya sufrió como futbolista, y donde los partidos parecen ganar una velocidad añadida. También ayuda a esa mayor intensidad la propuesta de Íñigo Pérez, uno de esos técnicos que vienen siendo vigilados por equipos de mayor rango, como ya ocurriera con su mentor, Andoni Iraola, en el pasado.
Sólo transcurre la séptima jornada del campeonato, pero el Sevilla de Almeyda necesita una reacción. El doloroso traspiés del martes ante el Villarreal señaló por vez primera al banquillo, ese clavo al que se había aferrado el sevillismo para soñar con una temporada de menos apreturas e incluso mirando hacia arriba. El entrenador argentino se reafirmó en su mensaje, pero, como él mismo repite en casa rueda de prensa, los resultados mandan. Para ganar tiempo en la construcción del Sevilla que tiene en su cabeza necesita sumar más puntos, aunque sea de visitante y a las dos de la tarde. Las cuentas de Almeyda y los suyos pasan por mantener la fiabilidad lejos de Nervión ante un Rayo que llega con hambre de victorias.